Es una ciudad ubicada a 100 kilómetros de Quito y se considera el centro de producción artesanal de todo el país. En el mercado se puede encontrar todo tipo de tapices, hamacas, manteles, ropa y collares y accesorios elaborados con manufactura de la zona. Lo que más llamo mi atención de esta ciudad es la gente, la cual conserva sus raíces indígenas, se comunican en quichua y usan una vestimenta muy particular. Los hombres otavaleños llevan trenzas largas, sombreros y muchos están vestidos totalmente de blanco. Las mujeres se visten con unas camisas con muchos vuelos y bordados, polleras largas y un collar que da muchas vueltas sobre el cuello de color dorado.
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