y aquí estamos...

Llegar a Quito es toda una aventura, el avión aterriza en plena ciudad y la niebla constante hace casi imposible la visibilidad.. Para mi, viajera no acostumbrada a tramites aduaneros ni viajes internacionales toda una experiencia cargada de miles de sentimientos encontrados, mas si la persona que tiene que buscarte en el aeropuerto tarda unos largos minutos, lo cual sumaba mi ansiedad y miedo... por suerte todo salio bien y me encontre con Quito, una ciudad llena de contrastes, donde hoy en invierno, la lluvia es una visitante casi contante en todo horario del día... hay una mezcla cultural muy grande dentro de una ciudad de 3 millones de habitantes, pero la gente se caracteriza por su amabilidad constante, la hospitalidad con la que te tratan y la calidad y la dulzura en sus tratos.. realmente son muy afectuosos...
La altura se siente bastante fuerte, considerando que en mi departamento me encuentro a 2.900 metros de altura, por lo que la sensacion de mareo persiste aun hoy luego de dos días de permanencia en la capital de Ecuador.
El centro Infantil donde voy a trabajar realmente es muy cálido, más de 120 niños de 0 a 6 años que asisten desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde, los que duermen la siesta en sus camitas o sus hamacas paraguayas, muchos juegos adaptados para ellos y espacios que necesitan reacondicionarse para volver a utilizarse; uno de los objetivos por los que estoy aquí.
Ya subiré fotos para que conozcan mejor todo el centro y la ciudad.. y para que me acompañen en esta experiencia muy importante para mí, el objetivo principal de este blog...